En ocasiones cuando entablamos una conversación con otras personas, los filtros de nuestro cerebro nos hacen recorrer atajos y caemos con facilidad en el establecimiento de supuestos.
¿De que hablamos cuando hablamos de Supuestos? si bien puede tratarse de una hipótesis basada en datos, también se trata de una conjetura o jucio, estó último por lo general aplica a las relaciones humanas y la mayoría de las veces por no decir el 100% genera interferencias en la comunicación y dificultades con los vínculos.
Me parece que si envio un mail y no recibo respuesta supongo, que la persona no lo leyó, se le fue al spam, o también puedo optar por pensar que es un mal educado o que no le interesa responderme.
Hay oportunidades en que un gesto que observamos en el otro, nos habilita a pensar que la persona me está entendiendo o que no. El error es sacar conclusiones y generar todo un relato a partir de esa suposión. La experiencia me dice que lo que supongo por lo general no representa ni el 20% de lo que la otra persona esta viviendo, pensando o tratando de comunicar.
Con gran esfuerzo me encuentro aprendiendo y busco no caer en la tentación de llenar con mis suposiciones o jucios la información que debe ser completada por datos, hechos y expresiones autenticas que vengan de mi interlocutor. Lo he logrado a través de preguntas, clarificando lo que he entendido y tratando de conectar con las emociones del otro.
He descubierto que este ejercicio es muy valioso porque nos hace entrenar la empatía, cultiva el entendimiento y nos permite construir vinculos sanos y de confianza.
Por lo tanto te aconsejo que hagas el esfuerzo y te comprometas a no dar por supuesto nada.
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