En un mundo lleno de distracciones y opiniones externas, a menudo descartamos el poder de nuestro propio instinto e intuición. Sin embargo, nuestra voz interna, arraigada en lo más profundo de nuestra conciencia, conoce las respuestas antes de que nuestra mente las procese por completo.
Esa sensación de que algo "se siente bien" o "se siente mal", esa inexplicable corazonada que nos impulsa en una dirección determinada.
Lograr reconocer las señales que nuestro cuerpo nos envía, los pequeños indicios que nos indican el camino correcto incluso cuando la razón parece estar en desacuerdo.
Aprender a confiar más en nuestra intuición se logra a través de un proceso gradual que está basado fundamentalmente en el autoconocimiento; también requiere arriesgarse e integrar a nuestra toma de decisiones, las señales, emociones y hasta nuestros propios instintos.
¿Qué decisiones podrías tomar hoy confiando más en tu intuición?