¿Qué tienen en común la resiliencia y el entrenamiento fiísico?
Mucho, la resiliencia y el entrenamiento físico, comparten un proceso similar de ruptura y reparación. Durante el entrenamiento, las fibras musculares se rompen y a medida que se reparan, se vuelven más fuertes y resistentes.
De manera similar, las personas que enfrentan situaciones difíciles pueden sentirse rotas, pero si logran recuperarse y superar el desafío, se vuelven más fuertes y resistentes.
Así como en el entrenamiento de físico es importante no sobrecargar los músculos para evitar lesiones y promover una reparación efectiva, en el desarrollo de la resiliencia lo ideal sería no enfrentar situaciones extremas que puedan abrumarte, sucede que en algunas ocasiones no tendrás opcion de elegir el nivel de sobrecarga emocional, entendiendo esto, lo vital es tomar conciencia de la importancia del entrenamiento emocional.
En esa linea puedes entrenar tu resiliencia al tomar pequeñas acciones diarias para fortalecer tu capacidad de enfrentar desafíos. Por ejemplo, puedes practicar la meditación, escribir en un diario, buscar apoyo emocional o aprender nuevas habilidades.
De esa forma tu gran poder será la capacidad de lograr tus objetivos, a pesar de los obstáculos que te haya tocado superar. Parafraseando al gran Nelson Mandela: "No seras juzgado por tus éxitos; debe ser júzgado por la cantidad de veces que te caíste y lograste levantarte"
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