Comenzar el día haciendo la cama si bien es un gesto sencillo puede desencadenar una serie de beneficios que influirán positivamente en tu productividad y logro de metas diarias. Esto sucede porque has decidió iniciar tu jornada con claridad y enfoque.
Construir este hábito, te permite establecer una disciplina y motivación, que te facilite en el futuro abordar otro tipo de responsabilidades. Te aporta el orden necesario para concentrarte en las tareas más importantes, suprime distracciones y en consecuencia te lleva a lograr mayor efectividad
En resumen, hacer la cama cada mañana no se trata solo de mantener el dormitorio ordenado, sino de establecer una base sólida para un día exitoso.
Como dijo Stephen Covey: "Los hábitos son la intersección de conocimiento, habilidad y deseo".
Te invitamos a reflexionar y que identifiques, ¿Cuáles son hábitos que te permiten alcanzar el primer logro del día?
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