Es común la creencia de que la efectividad se logra haciendo varias actividades a la vez, reforzando la obsesión de optimizar el tiempo, lo que sucede en la mayoría de los casos es un desperdicio de energía y recursos.
La multitarea puede ser perjudicial para la productividad, la calidad del trabajo y más preocupante aún, puede ocasionar problemas en la función cerebral tales como:
aumentar los niveles de estrés en el cerebro, ya que se requiere un mayor esfuerzo mental para cambiar constantemente de tarea.
generar una sensación de sobrecarga cognitiva.
provocar la reducción de la memoria a corto plazo
reducir la capacidad de atención, lo que tendrá como consecuencia el aumento de los errores.
disminuir la capacidad de resolución de problemas, ya que se requiere un enfoque y una atención constantes para encontrar soluciones efectivas .
Los dispositivos que tenemos a disposición hoy, pueden ser fuente de distracción o brillantes aliados a la hora de ayudarnos a mantener el foco, existen variadas aplicaciones que nos permiten fijar un tiempo determinado para trabajar en una tarea específica y luego tomar un descanso, antes de pasar a la siguiente. Esas pausas tabuladas permiten, intercalar los tiempos de enfoque con actividades de distensión: una pequeña caminata, tomar un café, leer noticias o simplemente tener una charla sobre otros temas.
Es importante recordar que la efectividad está en lograr cumplir con las actividades planificadas, poniendo foco en la calidad de los resultados a alcanzar, para ello es fundamental mantener una conciencia plena en la intención “el para qué” de lo que estamos haciendo.
En resumen, la multitarea puede ser un mito peligroso que nos hace creer que podemos hacer varias cosas al mismo tiempo. Lo cierto es que no somos más efectivos por hacer más, sino por hacer mejor, manteniéndonos plenamente conscientes en el momento presente.
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